Con 10-2, empatados con Yunquera, Salesianos visitaba Azuqueca para tratar de nuevo de empatar con los rojinegros en la clasificación. Recordemos que la única derrota de los azudenses en la temporada se produjo contra los de amarillo y negro, por lo que se trataba de uno de los partidos clave y punteros de la categoría. Una jornada imperdible de baloncesto en la que se dieron cita más de 150 espectadores, en definitiva: en la que los locales trataban de hacer valer el factor cancha para seguir liderando la tabla clasificatoria.
Los compases iniciales nos daban dos primeros minutos sin acciones relevantes… Hasta que Legido estrenó el marcador y los visitantes respondieron con un triple. Los minutos posteriores los azudenses se fueron «desperezando», con un Eduardo Legido muy entonado con 7 puntos en ni cinco minutos y un primer parcial positivo de 11-3.
La velocidad de los rojinegros, que iban «como un cohete» no daba opción a los amarillos, que tenían que pedir tiempo muerto con 4:40 por jugarse y un 15-5 en el marcador.
La entrada a pista de Carlos Gómez y Daniel Fernández Lopesino permitía correr más todavía y los visitantes apenas podían sumar salvo tímidamente desde la línea de personal.
Con canasta de «Pichi» final, tras asistencia de Carlos Gómez, nos íbamos con un 26-12 de inicio con una anotación muy repartida por parte de todos los miembros del equipo local.
Con canasta de Daniel Fernández Lopesino se inauguraba un segundo cuarto en el que unos primeros minutos de precipitación penalizaban a los azudenses, algo que Luis Muñoz se encargó de parar a falta de 7:47 por jugarse.
La salida del parón daba buenos destellos desde el triple por parte de Carlos Gómez y Eduardo Legido, que sumaba ya su punto número 10. Unido a otra suma de tres por Jorge Barra, la diferencia se iba haciendo más grande hasta llegar a los +17 con un 39-22.
El buen hacer de Jorge Barra y Ayuso desde fuera del arco no hacía más que poner más de lado el partido para los locales, que, sumado a la desesperación visitante y a los errores en ataque producto de la buena defensa rojinegra, conseguían un marcador al descanso de 52-30.
Tercer asalto… Y la dinámica cambió. Y llegó la relajación. Los visitantes entraban con más fuerza y corazón al partido, poniendo ocho puntos en los primeros cuatro minutos, dónde los locales apenas veían recompensado su ataque, producto de fallos en el tiro y pérdidas de balón y dónde, en más de cinco minutos, apenas fueron capaces de producir dos puntos en el casillero por los que Luis Muñoz tuvo que pedir tiempo muerto.
La salida del tiempo muerto siguió dando más de Germán Hierro, visitante, que anotaba de tres y estaba en todos lados. Ayuso por fin conseguía sumar algo para el cuadro local, pero las sensaciones habían cambiado sustancialmente: los locales no estaban en el partido, había más pasividad y permisividad en defensa y la diferencia se reducía considerablemente. Entre Ayuso y Jiménez se trataba de paliar la sangría, pero el marcador al final nos daba un parcial de 8-16, donde los errores e imprecisiones se impusieron y el marcador nos reflejaba un 60-46 y un último cuarto movidito.
Diez minutos finales y triple de Carlos Gómez para empezar y asistiendo a Jiménez. Parecía que la cosa cambiaba, pero es que Germán Hierro, con 22 puntos y prácticamente la única opción en ataque de los visitantes, no dejaba de martillear el aro sin piedad, abriendo siempre una ventana de esperanza para ellos.
Entre Carlos Gómez y Jorge Barra se trataba de arreglar un poco este bache, pero a falta de 3:50 y con tiempo muerto visitante, teníamos un +15 que no invitaba todavía a la relajación, ni mucho menos. Sobre todo, por las sensaciones de los minutos anteriores.
Al final y por suerte, los nuestros supieron mantener la renta y la compostura y el final del partido nos dejó un 86-65 que nos mantiene líderes en solitario con un balance de 12 victorias por solo una derrota.
Partido con dos partes muy diferenciadas en las que, si bien los nuestros no llegaron a ver peligrar en ningún momento el marcador, esta victoria pudo ser bastante más plácida.
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