El domingo 24 de marzo, el pabellón del BAZU Provincial resonaba con la tensión y la expectativa de un cierre de liga regular ante Cabanillas, con la mirada puesta en la postemporada. La convocatoria, mermada por las vacaciones y festivos, limitó al equipo local a siete jugadores, situación que requería un equilibrio táctico entre una defensa cuidadosa y una ofensiva eficiente.
El comienzo fue titubeante; la estrategia conservadora afectó la dinámica del juego, dificultando la inserción en el encuentro tanto ofensiva como defensivamente, reflejando un estrecho 14-12 al término del primer cuarto. Con la llegada del segundo período, la mentalidad del BAZU experimentó un cambio: la determinación de no finalizar la fase regular con un revés estimuló una actitud más agresiva y dinámica, si bien manteniendo la cautela defensiva para no verse penalizados por las faltas.
Sin embargo, este ímpetu no se tradujo en una ventaja significativa al descanso, con un marcador que aún coqueteaba con la paridad, 27-22. Conscientes de la necesidad de ajustar la marcha, el BAZU intensificó su empeño tras la pausa, afinando la defensa y capitalizando las oportunidades de contraataque. Esta renovada estrategia les permitió ensanchar la brecha a diez puntos, situando el tablero en un esperanzador 52-41 al iniciar el último cuarto.
El tramo final fue un compendio de tensión y resolución. Cabanillas, lejos de capitular, estrechó sus filas y elevó su ímpetu, buscando penetrar y provocar faltas que alteraran el ritmo de BAZU. Con el cronómetro jugando sus últimos compases, el marcador mostraba a BAZU adelante por una mínima diferencia. En los últimos segundos, con el corazón en la boca, Cabanillas buscó la victoria con un triple desde la esquina que, para alivio de la afición local, no encontró su destino.
Así, con el suspiro de la grada disipando la tensión, el BAZU Provincial cerró su temporada regular con un triunfo de 63-61, una victoria que, más allá del marcador, simboliza el espíritu de lucha y perseverancia del equipo. Ahora, con los playoffs en el horizonte, el conjunto rojinegro se prepara para enfrentar desafíos mayores, fortalecido por la moral de una temporada que termina en alto.
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